“Cualquier
tiempo pasado fue mejor”, dicta la estrofa de Jorge Manrique, lo que juega en
desventaja respecto al futuro del amor. Esta reflexión viene a colación después
de que un amigo me narre un hallazgo en su casa. «Estaba ordenando papeles
cuando, en el fondo de un cajón, aparece el clásico sobrecito amarillo de
Kodak. Dentro encuentro unas fotos de mi mujer y su ex, de vacaciones en
Formentera, a finales de los 90», me cuenta. El tema es que, su esposa, que
entonces rondaba los veintipocos, aparece en las imágenes pletórica, atlética,
con una sonrisa radiante y ese gesto de determinación que te da el saber que
tienes toda la vida por delante. La pareja aparece retratada paseando abrazada
en una cala que se presenta salvaje y desierta. En una de las fotos que me
muestra lucen poca ropa y el ex, que ahora trabaja de consultor, parece una
suerte de Tarzán, con el pelo abundante y revuelto, los músculos marcados y muy
bien dotado. «Nunca he sido celoso pero al verla tan feliz, parecían muy
unidos», confiesa. Me cuenta que él la tenia fichada, que aguardó en la sombra
a la espera de ese «creo que mereces algo más», «nos hemos estancado», del «no
sé si estoy enamorado» tan propio del momento. Durante un tiempo tuvo la
sensación de que se la había arrebatado a aquel ex, de que le robó su lugar en
la cama, la curvatura de su espalda, el tono de su voz cuando se ponía a gemir,
a susurrar. Cuando alguna vez se lo cruzaron a él le pareció alto y templado
pese a que ella le dijo que lo veía más gordo y desmejorado. Un día le preguntó
con quién gozaba más y ella le contestó que nunca pensaba en el pasado.
Entonces comparte conmigo la cuestión que de verdad le fustiga: «¿has visto el
bulto del bañador?». Yo miro la fotografía, elevo las cejas y él me recuerda
que en ese momento no se usaba el Photoshop. «Seguro que tú tienes más pelo», le
digo a modo de consuelo.
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Jajajaja, a mí me pasó algo parecido. Sólo que yo tampoco tengo pelo...
ResponderEliminarSaludos.
Para eso se inventaron los concesionarios de coches deportivos, encanto. Atentamente, Manuel.
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