Leo que según un reciente
estudio el último grito en secretos antiedad para combatir los estragos de los
años y retrasar al máximo el envejecimiento es un intenso y sonado orgasmo. Al
experimentarlo disminuyen los niveles de estrés, se reactivan nuestras neuronas
favoreciendo el flujo sanguíneo y mejora el estado de nuestra piel hasta el
punto de quitarnos diez años de golpe. Las casas de belleza se han sumado al
carro del placer y si bien el tono de colorete de moda es el llamado “Orgasm”,
fabricado por una conocida marca de cosméticos, un laboratorio noruego ya
comercializa una línea de cremas cuyo componente estrella es la “spermina”,
gracias a la cual es posible disfrutar de los beneficios del masculino fluido en
el rostro sin tener que emular a una estrella del porno. “Lo ideal son dos a la
semana, hay que tomárselo como una obligación, igual que las limpiezas, la manicura
o la exfoliación” –dicta una amiga experta. Comentando el tema en una cena la
mayoría, aunque viva en pareja, alega tener pereza y limitar los encuentros
carnales a momentos puntuales. “Siempre se ha dicho que es bueno para la salud,
que aumenta el tono energético e incluso mejora el sistema inmunológico. Si es
cierto que además voy a estar más joven y buena, sin duda vale la pena”
–sentencia una conocida. “En ese sentido los maridos van a estar agradecidos”
–añade otra. Entonces miramos a la tercera, soltera vocacional y de natural
recatada, que hace ya un rato mantiene la boca cerrada . “Pues tú para llevar
una vida tan recta tienes la cara perfecta” –aprecia la primera. “He aprendido
a sacarle partido a la soledad. Cuando le coges el tranquillo es incluso más
divertido” –contesta disparando al aire con el índice y el pulgar y confirmando
al resto que, cuando hablamos de placer, tener pareja no deja de ser un pretexto.
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