viernes, 8 de marzo de 2013

DEPORTES DE CONTACTO



A tenor de las recientes experiencias de algunas conocidas llego a la conclusión de que efectivamente, aquello que las mujeres solteras y separadas tienen mente, ya no es una historia de amor con final de cuento, sino que muchas de ellas prefieren el placer de un momento, una aventura, un affaire que les haga perder la compostura. La incertidumbre generalizada y el que a cierta edad una ya no se quiera quedar embarazada, ha llevado a las damas a una situación de emancipación en lo relativo al corazón que hace que la historia del príncipe azul ya a muchas les parezca un ful. Por ello conozco el caso de varias señoras que de manera discreta y elegante, y conscientes de la libertad que implica la soltería, se dan una alegría con lo que pillan por delante. En concreto sé de una, separada recientemente de un próspero abogado, que hace unos meses se ha encaprichado del profesor de spinning de su gimnasio, un chico moreno con bonita sonrisa y un cuerpo de vicio, muy dotado para el ejercicio y según cuentan los testigos, para satisfacer a esta dama que además de haberle cogido el gusto a cierta zona de su pantalón, se ha enganchado a hacer ejercicio y anda preparando un triatlón. “Se le ha ido la cabeza” –dicen algunos. “La encuentro desfasada, parece que ya no le importe nada” –comentan otras. Pero ella, lejos de amedrentarse, disfruta de entrenarse dentro y fuera del gimnasio en compañía de su gladiador, con el que está viviendo, como ella misma dijo, “una historia de no amor”. La realidad es que independientemente de la carga moral de su situación y del futuro de la relación, a la interesada se le está quedando un cuerpazo que corta la respiración. Como ella respondería a una conocida que le preguntó por su situación con poco tacto: “querida, te recomiendo los deportes de contacto”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario