Natalia piensa en como una
sola palabra de cinco letras puede albergar tanto. Resulta que su amigo Rafa,
de cara a todo el mundo, incluido su marido, es su amigo. Rafa además tiene un
par de hijos y está casado, con una mujer atractiva y muy amable, que también
es su amiga. El problema le viene a Natalia cuando, para referirse a Rafa,
tiene que utilizar la palabra “amigo”. Un término que de entrada no presenta
mayor complicación fónica pero que para ella se enrevesa. Al pronunciarla, en
frases como “fui con un amigo”, Natalia detecta como, de manera involuntaria,
al llegar a la palabra su voz se torna un par de notas más grave, provocando
una reverberación tal en su garganta que a ella le recuerda al sonido de un tam
tam. La letra “i” queda inexplicablemente alargada en el aire, no como el
silbido de un jilguero, sino más bien como un gemido templado. Al abordar la
última grafía, la “o”, el tono de su voz desciende y se precipita, hasta
hacerse casi imperceptible, convirtiéndose en una suerte de eco que acompaña
con una sutil bajada de ojos y un barrido de la punta de la lengua por los
labios. Ella, consciente de la circunstancia, ha tratado de solventar el tema
ensayando ante el espejo, un entrenamiento que no hace más que empeorar el
problema pues, al ver su imagen reflejada, al resto de detalles se incorpora
una ligera elevación de las comisuras, que conforman algo parecido a una
sonrisa, y un destello en la mirada, un flash breve e instantáneo que, para un
observador entrenado, sería suficiente para saber que a Natalia lo que le
ocurre es que su amigo Rafa le pone muy caliente. Ella cree que el embrujo se
pasará el día que pueda decir la palabra de corrido. Mientras tanto fantasea
con la imagen de Rafa pronunciando la palabra “amiga”, la “a” alargada, la “i”
en suspenso y los dos en la cama sin ropa.
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Nuevos relatos... los echaba de menos!
ResponderEliminarGracias
Me acaban de enseñar este relato, y muy irónicamente todo coincide a la perfección con algo que ocurrió hace unos 7 meses más o menos xD Incluso los nombres coinciden y todo. Me hizo mucha gracia conforme lo leia por eso mismo, aún así, tengo que decir que me gustó bastante la forma en la que lo escribiste uwu pero espero no ver más nuestra vida aquí escrita, voy a empezar a asutarme XDDD
ResponderEliminar"Amigo/a" es una de las palabras que se utiliza de manera más inapropiada, al menos en mi idioma materno, el español, lo que a menudo provoca situaciones como esta. Pues nada, a seguir viviendo en la negación. Y sí, yo también soy culpable de haber caido en ella ¿Hay alguien que no lo haya sido?
ResponderEliminarAtentamente, Manuel