viernes, 24 de enero de 2014

EL TAMAÑO DEL ANULAR



Me entero por un sesudo estudio de la Universidad de Seúl que el tamaño de los dedos de la mano derecha está íntimamente relacionado con las medidas de la masculinidad. Es decir, que si el dedo anular es más largo que el índice el macho estará bien dotado, tirando por tierra viejas teorías sobre la forma de la nariz o el grosor del pulgar. El tema tiene que ver con los andrógenos y la testosterona del varón durante los meses de gestación y ha sido confirmado con sujetos voluntarios. La noticia causa cierto revuelo entre amigas y conocidas que se lanzan con sus propios argumentos. «Qué emoción, ya tenemos otra motivación, gracias a esto saldremos a la calle en busca de nuestro Cristóbal Colón» –afirma una. «Desde hoy ya no nos interesan las manos suaves y angulosas de pianista, ahora lo que buscamos es el dedo salchicha, la espada láser, la longaniza » – apoya otra. A partir de ese momento sufro una especie de deformación profesional y no puedo evitar calibrar las medidas, a ojo de buen cubero, cuando hablo con un camarero, un médico o el marido de alguna amiga. Nosotras nos convertimos en una suerte de secta y cuando alguna detecta lo que piensa que cree que es un buen ejemplar, lo anuncia con la adaptación de un término fotográfico para designar esta valoración de tinte pornográfico: “gran anular”. Me planteo que es curioso que sea precisamente el anular el dedo donde se lleva el anillo de casado, como si al rodearlo con la alianza el hombre quedara señalado y por lo tanto sexualmente castrado. Pienso entonces que igual es al contrario y esa circunferencia de oro solo sea la pista de donde tenemos que posar nuestra vista. En cualquier caso el tema del dedo a nosotras nos ha dado para un buen rato de cachondeo. Me imagino a más de uno que, dada su tendencia a fantasmear, se planteará en breve hacérselo alargar.

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